TIZAPÁN

El Pueblo Tizapán es, de los diez asentamientos originales de Álvaro Obregón, uno de los menos conocidos. Justo al suroeste de San Ángel, a veces se le sigue llamando Tizapán-San Ángel.

Tizapán es casi tan antiguo como sus ríos, e igual de legendario. El nombre en náhuatl se traduce simplemente como “sobre la tiza” o “sobre la tierra blanca”. Fue uno de los primeros asentamientos de los aztecas cuando arribaron al Valle de México en el siglo XIV

Evangelizado tempranamente, Tizapan se convirtió en dominio de los dominicos con su llegada a la Nueva España. Su primera ermita se convirtió en Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe en el siglo XVIII. Para entonces, la ciudad era la sede de la floreciente industria textil. Esto se recuerda especialmente en el extremo este del actual barrio en la monumental Plaza Loreto que ocupa algunos de los antiguos edificios de la fábrica. La ciudad era también el centro del comercio de los productos de los numerosos huertos frutales, alimentados por los mismos ríos que alimentaban las fábricas textiles. Estos huertos se extendieron especialmente hacia el norte y el este, siendo el más famoso el de Chimalistac.

Tizapan creció junto con San Ángel -barrio con el que colinda- que se había convertido en el siglo XIX en una comunidad de residencias de verano. Entre éstas había algunas mansiones considerables y el pueblo vecino también alcanzó su propia afluencia. El Pueblo Tizapan se convirtió en una comunidad vecina de huertas y paseos ahora transitables, las otrora extenuantes vías fluviales industriales convertidas en pintorescos telones de fondo para cuando las primeras cámaras fotográficas llegaron a la zona.

Hoy en día, la ciudad se menciona casi exclusivamente en relación con la gigantesca Bandera Monumental. También lleva el nombre de San Jerónimo. Pero con el Parque Batán en un extremo, un gran complejo comercial en el otro y uno de los barrios más televisivos de la ciudad, todavía hay muchas cosas que merecen la pena visitar.

PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE DE TIZAPÁN

La Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe Tizapán es la principal parroquia de la ciudad de Tizapán. Parte de uno de los asentamientos originales de Álvaro Obregón, la iglesia es el antiguo centro de la vida política y cívica de la época colonial.

Como muchas comunidades de esta zona, Tizapán fue un pueblo sometido al altepetl de Coyoacán. En la época colonial, los dominicos dedicaron aquí una pequeña ermita a San Felipe Tizapán. Ésta fue re-dedicada, en 1857, al Niño Jesús Tizapán. Sólo más tarde, el patronato de la ermita fue cambiado a Nuestra Señora de Guadalupe. La iglesia tiene una larga historia en relación con el Monasterio de San Jacinto, en San Ángel.

Algunas partes del edificio datan del siglo XVI. Ha sufrido numerosas modificaciones a lo largo de sus casi 500 años de historia. La fachada es neoclásica y data de finales del siglo XVIII. La capilla también se conoce como “capilla de los bueyes” por las cabezas que hay sobre la fachada de la entrada sur. Éstas recuerdan la ocupación principal de la zona incluso a principios del siglo XIX.

En la actualidad, la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe Tizapán tiene un atrio notablemente bien conservado. Los muros del atrio y las entradas contribuyen en gran medida al ambiente general del barrio. El gran encanto y carácter de la zona se mantiene intacto a pesar de la incorporación moderna de una iglesia más bien corpulenta que ocupa parte del terreno de la antigua iglesia.

No por casualidad la iglesia está justo enfrente del antiguo, y más bien pequeño Mercado Batallón San Patricio. Es para los verdaderos incondicionales de la Ciudad de México, un lugar magnífico para visitar.

Pueblo Tizapan